Todos y cada uno de nosotros en algún momento de nuestra vida escolar hemos llegado a sentir la desesperación y las ganas de decir a alguno de nuestros compañeros que se callen. Yo era una de las personas, y ahora también aunque en menor medida, que hablaban en clase y por lo tanto molestaba, sin embargo con el paso del tiempo me ido dando cuenta de lo molesto que puede llegar a ser y en la medida de lo posible e intentado cambiar.
Actualmente y debido a que estoy estudiando para ser maestra este tema es de lo más interesante puesto que dentro de poco yo voy a ser aquella maestra que se encontraba delante mía mandandome callar y que en algunos momentos no lo conseguía.
Para poder solucionarlo, he estado pensando y una de las cosas que se me ha ocurrido consiste en colocarse delante de los alumnos y comenzar a recitar una frase o una canción conocida por ellos par que la sigan y así poder recuperar no solo el silencio de la clase, sino también la concentración de cada uno de ellos.
A pesar de ello creo que es imposible que durante una clase se pueda conseguir un silencio absoluto y si fuera así no sería, bajo mi punto de vista, el ambiente de una clase. Con esto quiero decir que en mi clase me gustaría tener que luchar, en cierta medida, con el barullo.
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